Creo que en esta vida una de las cosas que más me conforta es ayudar a otros, agradecer y mediante este espacio quiero aportar a una mejor sexualidad desde mi punto de vida y vivencias, siendo un no experto ni sexólogo.
Para mi la empatía, ponerte en los zapatos del otro, es vital en una sociedad cada vez más individualista y que solo espera recibir.
Una de las vivencias más satisfactorias en mi vida es cuando comencé a escribir cartas motivacionales, las repartía a diferentes personas en la calle con un: “Le ha llegado carta”, no esperaba nada a cambio, solo motivar a las personas, esta idea nace al estar en el metro de mi ciudad, Santiago de Chile, y sentía que una persona no la estaba pasando bien y notaba su tristeza, cerraba los ojos y trataba de pasar mi energía hacia esa persona, y me pregunté en ese entonces ¿Por qué no se lo digo? Y así comencé.
La carta comenzaba con un: “No te conozco, pero te amo” y terminaba: “Que la empatía se haga costumbre, comparte esta carta”
Mi primera experiencia sexual fue llena de individualismo, agresión y empatía 0, la violación de mi polola a mis 18 años (no quería hacerlo y un NO es NO) fue precursor de mi empatía hacia mi compañera sexual, preguntando y preocupándome de su placer, y el mio claro, no hacer pasar lo que pasé, resignificar mi mala experiencia y transformarlo en algo positivo. Una oportunidad de mejorar, resiliencia sexual.
Un día conversando con dos amigos les contaba mi forma de tratar a las mujeres con las que tenía encuentros sexuales, con la empatía y respeto que, para mi merece todo el mundo, sobre todo al estar en un estado tan intimo como tener sexo, compartir energías e intimidad, incluso si fuese de una noche… El pensamiento de mis amigos hablando casual en una fiesta (luego me di cuenta de que era un pensamiento común entre hombres) no pensaban en su compañera … ¿para qué esperaré que acabe ella, o preocuparme por su placer si no la veré más? Cero empatía. ¿Por ser de una noche no nos esmeraremos en el placer de nuestra compañera? ¿Tiene menos valor?
El placer casual nunca fue lo mío, lo hice, pero no es algo que buscaría nuevamente (además en mi época de eyaculación precoz lo hacía más improbable), siempre necesitaba un poco más, conexión, gusto, que se pueda generar confianza, mi lado femenino resalta en esas situaciones, sin embargo, cuando lo hacia (sexo casual) tenía que estar seguro de que después de hacerlo no sea incomodo o que podamos compartir un desayuno en confianza, entre risas e intimidad.
El mejor sexo de de mi vida: Empatía más Consciencia plena.
La empatía parte desde ahí, una responsabilidad de placer mutuo, ambos conscientes a una aventura sexual llena de satisfacción, un acto consciente y memorable si se quiere y así se desea, pero en la realidad lamentablemente no es así.
Entonces ¿Cómo la empatía puede generar una mejor sexualidad?, simple, responsabilízate del placer propio y de tu pareja, genera las instancias de conversación (Aquí doy algunas ideas de cómo comenzar), conoce como le gusta que le toquen, que le da placer, sumérgete en sus fantasías y gustos. (Aquí preguntas para hacer en pareja), adentrarse en la intimidad, cariño, respeto y estar presente.
En una ocasión estuve con una mujer que según ella no conocía los orgasmos, que tristeza le dije a lo que le propuse, te quiero regalar esta noche para buscarlo y tratar de conseguirlo, explícame y guíame como te gusta que toquen, donde sientes placer y vamos probando la intensidad, rapidez y presión juntos, aventurémonos a tu placer … no fue fácil, ella no acostumbraba a masturbarse entonces no se conocía muy bien y es muy difícil que otro pueda entregar el placer de un orgasmo si ni ella sabía cómo lograrlo, nos acercamos mucho esa noche, luego en la tranquilidad de su hogar y con sus propias manos logró llegar a su primer orgasmo, después de un acto de empatía. No llegamos al orgasmo juntos, pero tampoco tiene que ser el objetivo, el camino es lo que importa, para mi en particular, el orgasmo es consecuencia de la entrega y no el fin. (a mi parecer) pero fue un encuentro lleno de enseñanza y satisfacción, no sólo sexual.
Otra ocasión con una mujer mayor por 10 años y yo en plena inseguridades por mi eyaculación precoz me dio una lección de empatía, paciencia y cariño, me regalo varias noche para descubrir la mejor forma de trabajar mi sexualidad en mis condiciones adversas (auto impuestas), lo hicimos una y otra vez, día tras días y descubrí que más que un problema fisiológico era psicológico, al tener la confianza, libertad, conversar, el problema desapareció en la intensidad y recurrencia que pasaba, solo por el hecho de sentirme cómodo, libre y consciente. La empatía en su mayor expresión.
Pienso, los problemas sexuales se enfrentan con sexo, no huyendo de el.
Ella tenía una responsabilidad por su propio placer, al enseñarme también se aseguraba ella de sentir placer y que yo lo tuviera.
<< Cómo logré superar la eyaculación precoz con Mindful Sex >>
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