He sido curioso toda mi vida, siempre trato de hacer algo nuevo en todo ámbito. Lo rico y satisfactorio de hacer cosas nuevas, probar y aumentar nuestras experiencias sexuales es que te vas conociendo cada vez más con estas nuevas vivencias, vas descubriendo que te gusta y que no, que, de otra forma sentado en un sillón viendo TV no lo hubieses sabido nunca. Además al conocer lo que te gusta es mucho más fácil expresarlo a tu compañera.
Mi primera vez en un club swinger, como ejemplo de una de mis experiencias sexuales, fui con una amiga, una iniciadora y curiosa al igual que yo, decidimos buscar algún club, no fue difícil y decidimos ir ese mismo fin de semana, el club parecía un bar común pero conforme vamos avanzando nos encontramos con la primera experiencia nueva, en una tv estaban reproduciendo porno … ¿Cómo me sentí? ¡genial! Era una buena señal de que estábamos en el lugar correcto.
Ya entrada en la noche (siempre con mente Mindfulness), entre show de strippers, algunas copas y conversación fuimos a una pieza con una especie de cama gigante, unos 6×6 metros en la cual ya estaban al menos 3 parejas besándose, tocándose y teniendo sexo, sin haber estado en esa experiencia no hubiese descubierto que me motivaba y excitaba mirar a otros .. ¿Pero me gustará que me vean teniendo sexo?, con mi compañera decidimos averiguarlo y sí, me gustó. Esta experiencia me demostró y enseño 2 cosas que antes no conocía de mí, me excita ver y que me miren.
Sin embargo, intercambiar pareja nunca fue mi objetivo, no es algo que probaría, no me atrae, pero nunca digo nunca, siempre estoy abierto a experimentar.
Veámoslo desde otra mirada
Llevemos la idea al mundo de la música, imaginemos a un melómano, ¿Cómo es que un amante de la música llega a saber cuál es su o sus estilos de música? Ese que lleva en su playlist de Spotify. ¡Experimentando! conociendo, yendo a recitales, recomendaciones, buscando … entre más experimentamos vamos conociendo nuestros propios gustos y vamos definiendo lo que nos gusta y lo que no.
¡Atrévete! Estamos ahogados entre críticas, juicios sociales, pudores, vergüenzas, en ese ámbito para mi el placer es placer de dónde venga, he tenido experiencias inclusive con el sexo opuesto y si bien no lo pasé mal no es lo que busco y no es algo que buscaría nuevamente, sin embargo, nunca digo nunca, en las circunstancias correctas lo podría repetir. Pero si no lo hubiese probado no lo sabría.
Limitarse a experiencias sexuales por valores no por querer quedarte en la zona de confort.
La masculinidad de muchos a veces es frágil y limita a la aventura, hay mujeres que disfrutan mucho jugando en el ano de un hombre, sensación excitante y morbosa en la que me incluyo en los que nos gusta, pero tristemente hay muchos prejuicios y no se atreven a dar el paso por que creen que automáticamente se convertirán en gay, mal por ellos que no se dejan llevar a nuevas experiencias y otras de similares características.
El probar cosas nuevas te invita a salir de la zona de confort, esa zona que no te invita a explorar, esa zona que te deja quieto en la rutina muchas veces.
Experimentar para mi tiene límites, no probaré cosas que entren en conflicto con mis valores y convicciones, por ejemplo, la humillación a otras personas no es algo en que me sienta cómodo y no lo disfrutaría, hacerlo seria una irresponsabilidad a mi propio placer.
Nunca realices algo por el placer de otro si con ello entra en conflicto tus principios o simplemente tus gustos, el resultado puede ser una experiencia hasta traumática.
y recuerda, NO es NO!
El conocerte, experimentar y ser aventurero te da la opción de elegir mejor a tu compañera, al tener gustos definidos a base de la experimentación, que no te lo cuenten, vívelo!
¿También has luchado con el sexo, el placer y la intimidad? Si no te sientes cómodo compartiendo, ¡nos encantaría tu ayuda para crear un espacio de solidaridad en los comentarios a continuación! 💛
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